La rutica ha sido corta pero entretenida. Para tres charcas que había nos han crujío los mosquitos, pero sarna con gusto... Hemos hecho una ruta por los Cabezos de Villena y los Hornos de Yeso con los chaaaachos (cítese con el mayor de los cariños, por favor) del Ruperto Chapí de Villena. 
En las imágenes se aprecia la estructura restaurada de lo que fue en su tiempo una sólida industria. Debajo de esas cúpulas amontonaban leña y sobre ella, por los orificios superiores, colocaban las piedras de yeso. Al arder, se evaporava el agua contenida en el mineral. Sólo quedaba machacar la piedra hasta lograr el fino polvo.
En las imágenes se aprecia la estructura restaurada de lo que fue en su tiempo una sólida industria. Debajo de esas cúpulas amontonaban leña y sobre ella, por los orificios superiores, colocaban las piedras de yeso. Al arder, se evaporava el agua contenida en el mineral. Sólo quedaba machacar la piedra hasta lograr el fino polvo.
El Nativo del interior es Raúl. Explica qué es y qué se hacía en este lugar. Frente a las construcciones hay un excelente mirador desde el que se divisa el valle, la ciudad, las comunicaciones... Bien, para entretenerse un rato con la geografía y el paisaje.
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