Un grupo 'scout' de Madrid, acusado de la muerte de un niño por sobreesfuerzo en una excursión en Portugal

LA VERDAD
La fiscalía portuguesa de Sesimbra ha acusado de homicidio por imprudencia temeraria a los monitores y al director de la Asociación Grupo Scout Luján 102 del barrio de Pilar, de Madrid, por la muerte de un niño de 13 años durante una excursión por la costa lusa.

La autopsia dictaminó que Diego Amador falleció por «golpe de calor y sobreesfuerzo», según ha explicado el padre, Enrique Amador Esteban. El padre ha relatado que la marcha, de ocho kilómetros, sin «agua suficiente y con temperaturas extremas», se convirtió en un «calvario» para el pequeño, que estaba tomando paracetamol.

«Lo que tenía que ser un viaje normal se convierte en un calvario porque se pierden, hace muchísimo calor, se les acaba el agua y no había donde coger», ha afirmado Enrique Amador. El niño estaba tomando paracetamol de un gramo que le habían recetado en el hospital de Setúbal para evitar la fiebre y el dolor por un golpe en el pie que sufrió el día anterior.

En este estado, añade el padre, «incomprensiblemente al siguiente día salen de marcha» para continuar con una excursión que, en total, recorría las playas lusas a lo largo de 50 kilómetros, sin avisar a los progenitores del estado del niño a pesar de que se encontraban cerca del lugar esperando para visitar a Diego y a su hermano, también en el grupo scout.

A pesar de que estaban alertados por una ola de calor que alcanzó los 38° y de que el propio director se llevó a una niña a las once de la mañana por el cansancio, prosiguieron con una marcha en la que ya escaseaba el agua. «El camino no lo conocían bien, entonces se pierden y dan varias vueltas, comienza a ser una situación bastante complicada, al final mi hijo se marea, se cae al suelo y se pone a delirar», ha relatado el padre. Amador ha afirmado que, entonces, ante lo «inhóspito de la zona», el grupo buscó ayuda en una mina, hasta donde tardaron una hora y media en llegar, por lo que «al hospital llega prácticamente muerto». Los otros niños tuvieron que ser socorridos por la policía marítima de Portugal y los bomberos. «Hubo niños que les tuvieron que sacar ayudándoles, cogiéndoles las mochilas, y medio en brazos, porque no podían caminar».

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