Explorando por La Serrella

Esta es de las que me gustan, se la dedico a mi amiga Lali... Fuera de pista, a ver qué hay, a explorar (no me riñas amiga).
Con el objetivo de encontrar una senda empedrada que hace años pisé por la Serrella quedo con Jeroni para intentar reencontrarla. Dejamos el coche en un entraoret entre Beniardá y El Abdet y nos enfilamos hacia un cirquillo más que atractivo. Por allí hay mucho murete, lo que piodría ser una vieja senda o un bancal con los restos de sudor de una cuadrilla de viejos cristianos de hace siglos. Pero lo que es una senda empedrada vieja, lo que pretendemos, no está en sí. Pero encontramos unos preciosos abrigos y tres posibles salidas del cirquillo por su parte superior. Conforme nos acercamos vemos clara la salida a las gradas superiores. Una vez superada la canal elegida las vistas ya son un gran premio.

La segunda sorpresa no tardará en llegar. Ya desde abajo se aprecian unas faltitas en el cutis de esta ladera de la Serrella. Encontramos una tremenda sima que me chupla a su interior sin tardar... Es una inmensa vagina imposible de avitar.

Me abro paso entre su densa vegetación hasta que el campo se abre en su interior. Es muy húmeda, mi aliento nubla la vista. Al otro lado hay salida. También es lo más parecido a un inmenso chocho.

Estoy a gusto dentro pero la sierra es muy grande y tengo ganas de seguir. Poco a poco escucho con más claridad la voz de Geroni que intenta localizarme.

Salgo de la gran vagina trepando entre un fresno y la fresca caliza, una chimenea de materiales mixtos...
Aún no hemos tocado techo. Bajar por el mismo lugar no es de recibo. Girar a derecha o izquierda, según los mapas, es encontrarnos con los verticales contrafuertes que dan a la Vall de Guadalest. El tiempo acompaña, y también el reloj. Miramos los papeles y nos parece lo mejor dirigirnos a la Lloma del Carrascal, una especie de pecho tirando a plano... Después la cuerda que lo une a uno de los laterales del Barranc de La Canal y ver cómo está la subida por lo que el mapa llama la Costera de Jaume, ¡cómo leches no me va a gustar el panorama Lali!. Mirando la pinta de la costera de marras...

Una vez arriba la fiesta sigue, aunque lo que es la aventura exploración ya pierde fuelle. Entramos en el Barranc de La Canal, tan espectacular como siempre, hoy quizás más, porque hoy es hoy, asñi de rotundo...

... La Peña del Castellet, la Aixortà, el piquito de la Bernia, Pla de la Casa, mis primas Hedra y Blancon, los corrales, los pous de neu. Y hoy vuelve a llevar agua fresca y limpia que no dejo de beber.
Y un incendio a la entrada del barranco, con uno de los desprendimientos de rocas al fondo. Aunque la hierba vuelve a brotar, no deja de ser triste.
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Salimos del barranco y por la derecha un par de bebederos y recuperamos un viejo camino empedrado que nos llevará casi hasta el final. Empalmamos con la pista y como almas gemelas decidimos a una salirnos al poco pòr la derecha en una vaguada. Geroni sabe encontrar cosas perdidas, son los restos de un camino que comunica valles. Muere en una pista que pronto matará la jornada.
Pero sorpresa antes de hora nuevamente.
Esta garrofer es digno de honores.

Fijo que es monumental. Precioso. Lo he georreferenciado y lo mandaré a quien corresponde, a ver qué pasa.


Comentarios

  1. Lo único que puedo decir es... qué envidia! :)

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  2. Ya sabes amigo, día libre, cienxcien de riesgo para la montaña de cuidarme un ratito.
    Cuídate.

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