Me llevo la magia... te dejo la mierda

Ha sido una semana de poca intensidad, en cuanto a trote se refiere. Ayer salí un rato antes de afrontar la última burrada culinaria de la semana (fenomenales sesiones vecino-fogueril-gastronómicas). Serra Grossa y Cabo de las Huertas, mi casa, con una luz espectacular. Y pude comprobar los efectos de la noche mágica de San Juan. Lo dicho, el personal se llevó toda la magia a su casa y se dejó la mierda sobre el terreno. Confío en las brigadas de neteja, claro. Aunque hay veces que he visto los mismos restos varios días, hasta que me he cansado de ellos.
Bueno, ya pasó. Ala pues.

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