100 montañas, walking slow

El pasado sábado hubo reunión de presidentes de clubes montañeros de la Comunidad Valenciana. Muchas caras amigas. Muchas alegrías volver a ver a tantos montañeros. Debates y discusiones. Adjudicación de los eventos más esperados por los federados, y un par de aportaciones, a mi juicio, espectaculares.
1ª: Un pequeño (por tamaño) folletos con una gran información. Las 100 montañas valencianas más altas recopilado por el veterano José Soler Carnicer. Os dejo las cien cimas, más abajo llega la segunda propuesta.





 2ª aportación: Un papel con una gran idea:
CAMINANDO LENTO WALKING SLOW AL TEU AIRE
Enrique Moratal Sastre propone esta nueva actividad a la FEMECV, copio literalmente:
"No se trata de eliminar ninguna de las actividades que se realizan hasta la fecha, ni comenzar un movimiento contra las nuevas maneras de ir a la montaña. La intención es iluminar la posibilidad de que las personas vayamos juntos a la montaña de una forma más plena y descabellada, que cada persona pueda hacer su propia marcha, adecuada a cada momento de su estado de ánimo, etc.
Serían parte de nuestros principios:
- Respeto al ritmo de caminar de cada persona. Convivencia.
- Inmersión respetuosa en el medio natural.
- Identificar los lugares por los que pasamos.
- Reconocer o identificar las especies animales o vegetales que vemos.
- Detenerse a saborear los paisejes y oler los aroms de la flora.
- No comer solo, y a ser posible compartiendo bebidas o comida con gente de otros grupos.
- Relacionarse con la persona que camina a nuestro lado.
- Calma antes de tomar muchas de nuestras decisiones sobre los organizadores.
 Hospitalidad por parte de estos, y no que de primeras te pidan tu inscripción.
Llegado el caso podríamos establecer como logo o mascota una tortuga.
   Villalonga a 17 de octubre de 2015.

Si conjugamos ambas propuestas el reto es sabroso sabroso.
Conocer esas 100 cimas de la forma más beneficiosa para todos.
Evidentemente cada cual a su aire. Unos irán corriendo, otros las querrán hacer en 24 horas. Otros coleccionarán esas cumbres sin percatarse de por dónde pasan ni preocuparse por lo que les rodea...
A mí me apetece eso de ir despacio, conocer mejor al compañero, saborear cada paso, oler cada planta y sorprenderme con cada piedra.
Bueno, ahí está.
Sea como fuere... ¡A DISFRUTAR!

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